Las lluvias de los años hicieron desaparecer las manchas de sangre del balcón aquel, por donde cayó a la calle el cuerpo semivivo de María Das Neves, luego de ser acuchillada en el abdomen y el tórax, ambas heridas muy profundas.
María alquilaba allí una pequeña pieza en el hotel familiar propiedad de Gerónimo Rizzi, un inescrupuloso italiano que había llegado al país con una cierta fortuna y se dedicó a comprar caserones para alquilar las habitaciones a otros extranjeros como él pero sin la misma suerte económica. Hasta allí llegó María y en ese lugar encontró la muerte a sus 18 años.
Das Neves era una portuguesa nacida en Lisboa, de padres burgueses muy bien acomodados y que les encantaba viajar por el mundo. A los 17 años la pequeña María ya conocía la gran mayoría de los países de la Europa Occidental y la familia tomó entonces la iniciativa de viajar a Sudamérica, para explorar nuevas experiencias y también ayudar a su hija a encontrar su vocación profesional para el estudio.
Por una cuestión de facilidad con el idioma recalaron en Brasil, la ciudad de Bahía donde permanecieron un mes y el matrimonio regresó a Portugal dejando a María estudiando danza con un tutor que la protegía y cuidaba del avance de sus prácticas.
Con el correr de los días María comenzó a hacerse de amigas y escaparse en salidas nocturnas. La relación con su protector se hizo difícil y éste escribió a los padres, sugiriéndoles una pronta intervención.
La chica escapó a Buenos Aires una mañana acompañada de una amiga brasilera. Tenían la idea de buscar trabajo y de comenzar una vida bohemia lejos del rigor europeo y con las libertades que ofrecía el nuevo mundo. Pero su compañera abortó el proyecto a las dos semanas, agotada por al presión psicológica y María decidió continuar sola, mientras sus padres recorrían Brasil tratando de ubicarla.
Al paso de los meses la vida se hizo complicada y María sobrevivía trabajando en un bar de mala muerte. El dinero no siempre alcanzaba y la paciencia de Gerónimo Rizzi era muy escueta; María debía pagar la habitación a base de favores sexuales para el italiano y sus amigos, muchachos sin demasiados modales, bastante violentos y abusadores de la condición desesperada de la adolescente, a ésta altura “la puta de Gerónimo”.
María Victoria Das Neves encontró la muerte una madrugada de julio. El cuerpo perforado con arma blanca apareció a media cuadra sobre la calle Chile. Tras caer por el balcón, ya herida, caminó un par de veredas hasta que el corazón no aguantó mas.
Murió al instante pero alcanzó a cerrar los ojos, mientras un río de sangre sorteaba baldosas y se derramaba a la calle.
Gerónimo Rizzi fue detenido y procesado por homicidio. Al salir en libertad vendió sus propiedades y regresó a Italia.La casa quedó abandonada y muchos vecinos juran ver el alma de María algunas noches de invierno, sentada en el balcón, tal vez esperando a sus padres para regresar a Lisboa.
2 comentarios:
Hola Sebastián, muchas gracias por eso que decís, vos tambien escribis lindo, lo que a mi me falta es imaginación, y es eso lo que me gustaría que fuese en gran parte todo lo que escribo y no la realidad de las cosas que me pasan, aunque explayarme en ellas me alivia bastante!
Abrazo!
Vecino! gracias por dejar tu huella en mi blog!...
Tu historia me genero suspenso, escribes muy bien! espero seguir leyendo más de tus archivos literarios!
Saludos...!!
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