jueves, 28 de marzo de 2013

Análisis irrelevantes

Etapa de las relaciones con las mujeres: Niño


No se exactamente cual es la edad promedios en la cual nos enteramos , como hombres, de la existencia del sexo femenino. A los cuatro, cinco años solo nos interesan los dibujos animados, el consumismo atroz (?), pasar la mayor parte del tiempo jugando y la tendencia a las cosas dulces, esos mismos que mamá no nos permitía antes de la cena y el almuerzo porque "sino después no comés nada".
Pero hay una situación en la que de alguna forma nos empieza a gustar esa vecinita, la compañera del jardín o hasta la misma maestra de la que siempre fuimos los héroes que la rescatamos del mal que no es otra cosa que todos los adultos que la cortejan. Con el tiempo empezamos a reconocer que entre esos adultos "malos" aparece papá, pero bueno, es otra historia (?).
Lo curioso es que en esta etapa todos solemos mirar a la misma pequeña. La elegida suele no salir de dos como mucho tres nenas que son las que sobresalen en medio de tanta monotonía y que casualmente suelen ser las rubias. Este teoría -como todo lo que escribo sobre mujeres- es obviamente incomprobable pero de todas maneras yo la sostengo: la rubiecita clásica, con sus dos colitas en el pelo o la trenza (esto ya muy de mi época) es la que se distingue simplemente porque nos llama la atención y también puede ser por cierto prototipo yanki que consumimos donde está lleno de rubias que siempre triunfan sobre el mal. 
Como una buena producción marketinera la muchachita en cuestión empezará a comprender lo que su belleza genera y en en ese momento donde comienza a gestarse el gen femenino, una semilla maligna (?) y poderosa que mostrará su primer faceta: la dominación.
Llega el momento en que , como todo orden natural- los machos comenzarán a disputarse a la hembra (no olvidemos que por hombres no dejamos de ser animales (?)). Aquí se producen situaciones como el regalo de dulces, el alcanzarle la silla en la merienda y todo aquello que signifique revolotear a la pequeña como serpiente cascabel del desierto.
Esta situación se va desarrollando a medida que pasan los años de una manera bochornosa. Papá y mamá empiezan a hablar con todos de que el nene tiene novia, las tías le preguntan al infante quien es, las viejas amigas de las abuelas nos estrujan los cachetes y no conforme con eso se lanzan a opinar con sorna sobre nuestro estado sentimental. 
Es que cuando sos chico todo el mundo cree que esa nena que te gusta ya es tuya y esos es un error horrible, feo, muy feo (?) porque la chica en cuestión no solo no nos regala ni una sonrisa lastimosa en el recreo, ni siquiera nos toca cuando juega a la mancha congelada y muy por el contrario correrá a coquetear sus rizos con el lindo de turno (que nunca es uno, obvio) logrando que nuestro ego empiece a sentir por primera vez la sensación de la derrota, a la cual uno se acostumbrará con el paso del tiempo y que terminaremos llevando al alcohol y las atrocidades (?) años mas tarde, durante la adolescencia.
A esa edad tampoco tenemos demasiada idea de lo que es el sexo asi que nuestra misión consiste en darle un beso en la mejilla a la nena y regodearnos con el eterno sueño de que seremos marido y mujer cuando grandes, ilusión que años mas tarde iremos abandonando con ganas y convicción (?) a medida que pase el tiempo.
Los cumpleaños son un campo de batalla sin cuartel para disputar el amor de una muchachita. El vencedor se llevará alguna mirada de atención y los perdedores aceptarán con resignación la derrota e intentarán ingresar en el círculo de amistades del ganador a ver si de alguna manera pueden rascar las sobras (?) o los mas osados intentar destronarlo.
Y las mujeres? Ellas tendrán un accionar similar pero con mas falsedad dado el gen que están desarrollando (?) pero al mismo tiempo empiezan a captar que son capaces de dominar al masculino y en eso se van perfeccionando. Y en esta etapa lo logran de forma clara. La revancha, queridos amigos. tardará años en llegar.

4 comentarios:

Mamá Galle dijo...

Linda historia, pero yo siempre era la morochita llena de rulos que nadie miraba. En fin. (?)

Anónimo dijo...

Me hiciste reir mucho !

el chico lindo de turno tambien es rubio (generalmente)

los pendejos son re crueles, los odio, todos aquellos tendrian que garparme terapia (?

yo sigo viendo a la rubia linda de prescolar, la hija de puta es hermosa. Frustración de por vida (?)




Carolina

Agus Seeber dijo...

Jajaja.... excelente tu teoría.

Agus Seeber dijo...

Seba, te quiero invitar a un nuevo espacio para escritores y lectores. Podés mandarme un mail a agustinaseeber@gmail.com, así te cuento de qué se trata.
Realmente me gustaría contar con vos.
Te mando un beso,
Agus