viernes, 27 de febrero de 2009

Diálogos con la Bestia (una conversación con Charles Bukowski)


“El señor X acarició al perro que estaba recostado sobre la alfombra.
- Es un buen perro – dijo y volvió su mirada hacia Gómez que se encontraba visiblemente nervioso. Luego se puso el sombrero y el piloto de lluvia, saludó a Gómez con normalidad y se echó a la calle.
Afuera llovía demasiado pero al señor X poco le importaba, acababa de matar a su esposa y lo único que lo urgía era salir rápidamente de la ciudad”.
Charles lo escribió en dos minutos y enseguida me lo leyó.
- Es muy bueno- opiné ¿cómo se supone que termina?
Charles me miró, frunció el seño, bebió otro trago de escocés y sentenció:
- Como terminan éstas historias: llega la policía y lo culpa a Gómez del crimen. el tipo está muy nervioso pero no confiesa, así que lo llevan preso, lo condenan y muere ejecutado.
- Está ambientado en Texas
- Exacto nene, vas captando
Bukowsky escribe y es increíble verlo sentado frente a la máquina y saber sinceramente que ha estado bebiendo desde hace horas.
Cuando entré al departamento me pidió una cerveza y ya las ha acabado de tal forma que ahora despunta el vicio con el escocés.
A cada rato frena el relato literario y lo mezcla con datos de su propia vida. No lo admite pero le encanta hablar. Es que tiene menos personas que se interesan por él de las que él mismo cree.
Termina el vaso, me llama
- Mira acá tengo otro final .
Bukowski, el gran Charles Bukowski se toma el trabajo de leerme el final de su cuento. Hemos estado horas escribiendo juntos en su departamento. Yo necesito un relato en primera persona y el su cuento. Cuando lo llamé para preguntarle si podía ir me dijo:
“Obvio, acá hay paz y cerveza. Algún puro si queres fumar buen tabaco, cubano, pero no puedo ayudarte porque no sé escribir, sólo darte el espacio”.
El gran Charles no es tal. Habla mal y escribe como habla, punto en contra para todo buen escritor. Hay gente que no lo considera escritor.
- A ver que te salió nene
- Es corto aún.
- A ver dije!
Me recuesto en el respaldo. Leo a Hank de un hombre que huyó de su destino de tipo común y se refugió en la orilla de un río.
- ¿Ese desgraciado tiene mujer?
Me detengo en sus ojos, sinceramente creo que bebió demasiado.
Como tardo en contestar, vuelve a levantar la cabeza y mirarme.
Le digo que no lo había pensado pero podría ser.
- Tiene que ser – me interrumpe – Ningún bastardo que se precie de tal puede vivir sin una mujer que la sepa cabalgar y oír cuando la cerveza le fundió los tapones.
Me río y él también, pero sé que si la historia fuera suya el tipo jamás hubiera ido al río, sino a un hipódromo y su desdicha se basaría en la bancarrota y no el huir de su destino.
Hubo una hora entera de silencio en la que nos concentramos mutuamente, sólo nos levantamos para mear. Al rato me llama:
“Cuando Gómez murió electrocutado el señor X leyó la noticia desde su cuarto en Oslo y se sintió profundamente apenado por su amigo, tanto que pensó en entregarse pero pronto recapacitó y asumió que de todas maneras iría al infierno, de modo que se recostó y durmió con tranquilidad”.
- ¿Acabaste tu historia del marica sin mujer? – Se rió
- No todavía.
- Matalo de una puta vez.
Al fin terminé y sin leérselo le dije que me iría a dormir.
Habíamos estado toda la noche escribiendo. Me di cuenta que era de día solo cuando la luz del sol se filtró por las pequeñas rendijas de la persiana.
- Ve a dormir nene, se te nota exhausto. Yo me voy a quedar haciendo una historia más y me retiro.
El cigarro se le estaba acabando, la lucidez también, pero quería seguir y estaba bien que lo hiciera, el tiempo no existía.
Cuando me acomodé en el sillón sentí mi cuerpo en paz.
- Tengo una sugerencia para tu historia.
Levantó la mano como autorizando el dato.
- Podes escribir la vida de un desgraciado que vino de Alemania hace un par de décadas.
Sonrió.
- El padre le pegaba y de grande terminó siendo un borracho cabrón.
Hank cruzó los brazos por detrás del respaldo de la silla, los estiró y se rascó el abdomen, sonrió otra vez, agarro una lata de cerveza, dio un trago largo y suspiró:
- No va a funcionar, es una historia vieja.

6 comentarios:

Tefilina dijo...

que genio que sos... traerlo a Charlie...
Falta el whisky y el disco de Tom Waits de fondo.

GIL! mañana hacemos la obra en Lanús!! no tenés excusa para no venir. Facu me dijo que viene. No seas garca. Va a ser en Summum

Anónimo dijo...

Que genial ese señor ,admirable ...
me pasa que lo leo y nunca paro de conmoverme

Anónimo dijo...

¡que buena producción la del verano! no sé si todo lo escribiste ahora, pero para mí es nuevo y me gusta mucho.
un abrazo, mami.

Rocío dijo...

Hermoso Blog.

Saludos para tí =)

Pasaré de nuevo por aquí .

Carolina Caprichosa dijo...

Habiamos qedado en algo pecho frio.


igual tampoco lo cumpli.
Ya te dije q me parecia genial.

Besotessssss

Anónimo dijo...

Compré una novela de Bukowski sólo porque en la contratapada decía que Henry Miller y Céline eran sus influencias más importantes. Todavía no lo toco. ¿Hice buena inversión?