jueves, 14 de octubre de 2010

Etapas de las relaciones con las mujeres ( 1º parte: Niño)

No se exactamente cuál es la edad promedio en la que nos enteramos como hombres de la existencia del sexo femenino. A los 4, 5 años solo nos interesan los dibujos animados, el consumismo feroz (?), pasar la mayor parte del tiempo jugando y la tendencia a los dulces, esos mismos que a veces mamá no nos permitía porque sino "después no comés nada".
Pero hay una situación en la que de alguna forma nos empieza a gustar esa vecinita (siempre es "la de enfrente"), la compañera del jardín o hasta la misma maestra de la que soñamos siempre ser ser los héroes que la rescatamos del mal, que no son otra cosa que todos los adultos que la cortejan, o dicho en criollo le miran las tetas. Con el tiempo empezamos a a reconocer que entre esos "malos" aparece papá, pero bueno esta es otra historia (?).
Lo curioso es que en esta etapa todos solemos mirar a la misma pequeña. La elegida suele no salir de 2 o como mucho 3 nenas que son las que se destacan en medio de tanta monotonía y casualmente suelen ser las rubias. Esta teoría -como todo lo que escribo- es obviamente improbable pero de todas maneras la sostengo: la rubiecita clásica, con sus 2 colitas en el pelo o la trenza (esta última muy noventosa) es la que mas resalta simplemente porque nos llama la atención, como una buena producción marketinera. 
La muchachita en cuestión empezará a comprender lo que su belleza genera y es ahí, en ese momento, donde comienza a gestarse el gen femenino, una semilla maligna (?) y poderosa que mostrará su primer faceta: la dominación.
Llega el momento donde, como en todo orden natural, los machos empiezan a disputarse a la hembra (no olvidemos que los hombres por pensantes no dejamos de ser animales). Aquí se producen situaciones como el regalo de dulces, el alcanzarle la silla durante la merienda y todo aquello que signifique revolotearle a la nena como serpiente cascabel a ratón del desierto. Esta situación se va desarrollando a medida que pasan los años de una manera bochornosa. Papá y mamá comienzan a hablar con todos de que que el nene tiene novia, las tías sonríen y preguntan quien es, las viejas amigas de las abuelas (esas que siempre encontramos en panaderías y actividades afines) nos besan y nos estrujan los cachetes y no conforme con eso se largan a opinar sobre nuestro estado sentimental.
Es que cuando sos chico todo el mundo piensa que esa nena que te gusta ya es tuya y eso es un error horrible, feo, muy feo (?) porque la chica en cuestión no solo no nos regala ni una sonrisa lastimosa en el recreo, ni siquiera nos toca cuando juega a la mancha congelada* y muy por el contrario correrá a coquetear con sus rizos con el lindo de turno (que nunca es uno, obvio) logrando que nuestro ego empiece a sentir por primera vez esa sensación de derrota a la cual se acostumbrará con el paso del tiempo, y que terminaremos llevando al alcohol y las atrocidades (?) años mas tarde, en la adolescencia.
A esta edad tampoco tenemos demasiada idea de lo que es el sexo, por lo tanto nuestra misión se limita a querer darle un beso en la mejilla y regodearnos con el eterno sueño de que seremos marido y mujer cuando grandes, ilusión que los hombres solemos abandonar con una convicción asombrosa que va "in crescendo" a medida que cumplimos años, no se por qué (?).
Los cumpleaños son un campo de batalla sin cuartel en pos de disputar el amor de la muchacha. El vencedor se llevará alguna mirada de atención, los perdedores aceptarán con resignación la derrota e inetentará ingresar en el círculo de amistades del vencedor, a ver si de casualidad pueden ligar de rebote alguna que otra nena, teoría del derrame que le llaman (?) y también -seamos sinceros- para ver si le pueden llegar a hacerle tambalear la silla al lindo.
¿Y las mujeres?. Ellas tendrán un accionar similar pero con mayor nivel de falsedad, dado el gen que, como decíamos anteriormente, han comenzado a desarrollar; pero al mismo tiempo empiezan a entender que pueden dominar al masculino y en eso se van formando.
Y lo consiguen, claro está, por lo menos en esta etapa de la vida.








*Práctica muy común en la zona de Banfield.

7 comentarios:

I. dijo...

Quiero rescatar esto:
"no olvidemos que los hombres por pensantes..."
Jaaaaaaaaaaaaajajajaja

Tomoyo dijo...

la mancha congelada tambien se juega/jugaba por tierras lanusenses.Besos, saludos, lo que sea

malorita dijo...

jajajaja, muy bueno lo que escribistes!!

Carolina. dijo...

maaal la nenita rubia linda :(

en prescolar estaba esa tipica nenita rubia linda, la muchacha vive a la vuelta de mi casa, 19 años tiene es MUY hermosa, muuuuuy.

cuestion que nada la rubia linda sigue ahi y los feos aca (? jaja :( (?

Mariana dijo...

Vehlo, habla de las feas que gustan de lindo y le hacen la tarea y le regalan chocolate en los recreos y el se les burla y les hace sancadilla.
¿El consuelo? La mayoría de los niños y niñas lindos de grandes se vuelven HORRIBLES. (ya tuve mi reencuentro de la primaria).
Saludos, de una no fue rubia de chiquita!

La Criatura dijo...

qué feo fue descubrir, años después, que la chica que me gustaba, hoy es un fantasma, lisa y llanamente, un fantasma.

Abi dijo...

¡La mancha congelada también se jugaba en Vicente López! Y por acá los nenes también se enamoran de las morochas en salita de cuatro. No creo que a las nenas le interesaran los nenes en sala de cuatro o cinco. Quizá los nenes están pensando que las nenas los boludean y las nenas ni registraron nada...