Desvanecido llegué al rió.
Arrastrado alcancé al agua y bebí como si fuera la última vez.
Allá lejos los nubarrones indicaban la lluvia que se avecinaba y la negrura oscura que presagiaba la noche.
El aire era un infierno caluroso y húmedo, cargado de olores que anunciaban el triste final del buen tiempo.
Me sentí perdido.
Pero finalmente sopló un viento tan fuerte que la tormenta se esfumó, la humedad retrocedió y se perdió en la niebla lejana, volando hacia otro sitio.
Y volví a caminar.
Una vez mas vi tu cara en el espejo cristalino de las aguas.
8 comentarios:
Calima... (son las partículas que provocan esa humedad, esa densidad en el aire)
Después pasó la tormenta...
Muy bonito!!!
Y mañana tenés que venir! Fangulo tiene toda la onda...
Muchas veces preferí la tormenta...
y lo sigo haciendo... la lluvia en la cabeza es lo mejor que me puede pasar muchas veces...
Saludo achocolatado...
Esta bueno!
Saludos de LP No Dobla.
Muy bueno! Saludos y me pareció muy piola el blog.
http://doble-5.blogspot.com
Cumplimos 2 años!
Me gustó mucho tu poema. Cada vez que leo "agua" en un poema, me quedo pensando por qué se escogió ese elemento y no otro, jeje... No me hagas caso, hay toda una significación esotérica del agua que seguramente prescindes.
Saludos!
felicitaciones por el blog, muy interesantes contenidos
un abrazo
ahora, mi pregunta es:
¿pinchaste el globo de cumpleaños?
Tengo una extraña manía y siempre quiero pincharlos. Incluso, mientras le hacía un dibujito, en la otra mano tenía un cigarrillo... y estuve a punto...
Que mala onda que no vinieron a Fangulo... hacía un calor bestial, pero la rompió (Summum es más careta)
espero hayas entendido la analogía de pinchar "el globo".
Que baile, mamita...
que no me lo cruce a Pastore...
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